PARADA DE PENSAMIENTO
- jadeserdeluz
- 22 ene 2015
- 8 Min. de lectura
En lugar de sensibilizar a los niños hacía lo positivo, hacía lo que hacen bien, hacía lo que les puede dar seguridad y confianza en sí misnosm les sensibilizamos hacía lo que les puede perturbar, inquietar, producir intranquilidad, inseguridad y desconfianza.
- Fijarnos en lo negativo y no en lo positivo.
- Sancionar en lugar de reforzar.
- Imponer en lugar de dialogar.
- Emplear el deber y el miedo, en lguar de la motivación.
Potenciar:
1- El razonamiento.
2- La creatividad.
3- El afecto.
4- La sensibilidad.
5- Alegría.
6- Esperanza.
7- Confianza y transferencia.
8- Seguridad.
9- Autoestima.
10- Generosidad.
Cuesta mucho percatarse de la cantidad de ideas irracionales que aún persisten en nosotros.
Sólo el " entrenamiento" y no únicamente la voluntad, permite a la persona cambiar de hábitos.
No resulta fácil liberarnos de las ideas y los prejuicios absurdos que nos acompañan, pero sí podemos intentar que, poco a poco, dejen de condicionarnos de forma negativa. El procedimiento sería muy claro:
a) No podemos pararnos a penar cada idea que tenemos es racional o irracional, bloquearíamos nuestra vida y terminaríaos con la paciencia de los que nos rodean.
b) Si podemos cuestionarnos aquellas ideas, aparentemente nuestras, que provocan dolor. El dolor a veces sólo lo sentimos nosotros, en otras ocasiones también lo sufren las personas próximas. En ambos casos hay que hacer CONFRONTACION (comparación) --------> Se trata de que uno tome frases que se dice a propósito del acontecimiento que sea y compruebe atentamente su exactitud, las compara con lo real y las examine. Si describen exactamente la realidad.
Si constata que esas frases interiores no se corresponden con la realidad, tiene que desecharlas y reemplazarlas por otras más exactas que se ajuesten más fácilmente al mundo tal como es ( y no como infantilmente desearía uno que fuese).
Tenemos poco control sobre las conductas de los demás, y menos sobre sus pensamientos, pero siempre podemos controlar nuestros pensamientos lo que nos repetimos sin parar. Este control nos llevará a dejar de sufrir "inutilmente".
No son los acontecimientos de nuestra vida los que determinan nuestro presente o neustro futuro, son nuestros pensamientos los que provocan que en esos casos o al cabo de los años, aún nos sintamos.
Los grandes progresos requieren de mucho trabajo callado, de muchas horas a la sombra, de muchos esfuerzos unidos, de muchas vivencias compartidas, de lo contrario se convierten en éxitos efímeros, que pronto se esfuman y terminan siendo dolorosos recuerdos.
ERROR:
Creer que nuestro bienestar depende, en gran medida de los demás.
¡¡¡¡Aprendamos pues de nuestro pasado para recuperar nuestro presente!!!!.
Si vivimos el presente pensando en el futuro y cuando llega el futuro rapidamente lo sentimos como pasado, volvemos a no vivir el presente.
Cuando los acontecimientos empiezan a repetirse, la persona empieza a actuar de forma mecánica, su cerebro busca hechos parecidos en su pasado y, cuando los encuentro desencadena de inmediato las emociones que sintió en aquellos momentos y tiende a repetir las conductas de antes.
Nuestro cerebro además, tiende a repetir con fuerte intensidad las últimas emociones, no las primeras. Eso explica el porqué, cuando hemos sentido ansiedad, angustia o incluso pánico en una situación concreta, al repetirse esa situación lo primero eu nos viene es la última emoción.
Es importante recuperar el control voluntario de nuestros pensamientos en esos momentos negativos, porque eso me conducirá el control de nuestras conductas y , lo que es más importante, al control de nuestras emociones.
Lo 1º que hay que hace en estas " faltas de control" o cuando nos encontramos mal, es aprender a ser conscientes de nuestros pensamientos, para poder confrontarlos con la realidad y sustituirlos por otros más objetivos, pero si cuando nos damos cuenta vemos que estamos muy disparados, al menos seamos capaces de cortarlos y reemplazarlos por otros más neutros.
Si alguna ventaja tiene un pasado difícil es que te da la oportunidad de desarrollar más competencias, más destrezas ante las situaciones presentes y futuras.
El problema no consiste en coger un camino equivocado, sino en no ver ningún camino.
REGLA CLAVE
Cuando no veas ningún camino, no sigas mirando. ¡PARATE! Cierra los ojos, controla tu respiración intenta pensar en algo positivo y, cuando lo consigas, mira de nuevo y quizá ya puedas ver, pero si aún no distingues nada, no te preocupes, porque seguro que está ahí y lo único que quiere es darte una sorpresa, vuelve a concentrarte en otra cosa, a ser posible que te traiga recuerdos agradables, intenta disfrutar de esas imágenes y cuando menos lo esperes, aparecerá lo que buscas.
Una persona no se vuelve tonta de 1 día para el otro, pero si es verdad que se pueden cometer muchos errores cuando se está tensa, nerviosa, inquieta, desmoralizada, angustiada.
Cuando perdamos la confianza en nosotros mismos, toda nuestra vida se desmorona.
En esos momentos resulta extraordinariamente difícil reaccionar, pero es ahí cuando tenemos que luchar y no dejarnos llevar por la apatía, el desencanto, la tristeza, la falta de esperanza, de ilusión, la ausencia de horizontes .
Hay que poner la voluntad al servicio de la inteligencia y no al revés.
La mejor conquista del futuro es el día a día vivido con alegría, con buen ánimo, con esperanza, con proyectos; pero también con realidades presentes, con ilusiones repartidas en cada esfuerzo, con una meta constante en nuestra vida:
Hay preguntas que parecen tan obvias que muchas personas no se las formulan, y cometen uno de los mayores errores del ser humano : no cuestionarse lo que parece evidente y, en consecuencia, no reflexionar sobre lo importante.
El futuro bien entendido está en el presente bien vivido.
Perder la ilusión es como perder la brújula, si todo lo que nos queda es esfuerzo y trabajo, paso de este juego.
Obligaciones sin ilusiones es como el viento sin aire que azota la tierra seca; al final sólo queda polvoreda.
Las ilusiones en todos los momentos de nuestras vidas, deben constituir el eje que de sentido a nuestros sentimientos.
Sin ilusiones perdemos la fuerza que nos mueve, el timón que nos guía, el horizonte que nos espera, si las perdemos sólo nos uqeda la desesperanza.
Uno de los primeros aspectos que conviene trabajar, cuando se ha perdido la ilusión, es volver a encontrar nuestra misión, esa meta que justifica nuestros esfuerzos y da sentido a nuestra vida.
Hay que creer nuevos objetivos, porque los antiguos se quedaran obsoletos.
Para conseguir recuperar esa silusiones tendremos que llevar a cabo cambios importantes en nuestra vida. A veces tendremos que conseguir desarrollar e implantar nuevos hábitos que nos permitan poner nuestros pensamientos al servicio de nuestros objetivos.
Nuestros pensamientos son los responsables de nuestras emociones, si nuestro cerebro nos juega malas pasadas y no controlamos nuestros pensamientos, nuestra vida queda lejos de nuestra voluntad.
1º Fase "cazar" los pensamientos, ser conscientes de ellos.
2º Fase Aprender a relajarse y cortar de raíz esos pensamientos para coger confianza en nosotros mismos y darnos cuenta que la situación está bajo control. Logicamente, al prncipio, cuesta " cortar" y sustituir esos pensamientos por otros más positivos y realistas pero a fuerza de entrenamiento y entrenamiento se acaba consiguiendo.
Si los pensamientos son negativos e irracionales pueden llegar a complicarnos mucho la vida, pero si conseguimos generar, de forma habitual, pensamientos positivos y racionales estaremos provocando las mejores situaciones para poder actuar de forma eficaz.
Importante ser PROACTIVO en lugar de REACTIVO, aprender a adelantarse a las situaciones a través de pensamientos adecuados que impiden puerder tiempo y energía. De esta forma no nos pasamos la vida agotándonos en las reacciones sino que se disfruta de las situaciones porque en gran medida, nos sentimos responsables de ellas.
¿Porqué dejarnos sorprender con pensamientos irracionales y pesimistas si podemos ponerlos a nuestro servicio?
Todos nos creemos diferentes, pero casi siempre nos sentimos sin esperanza y distintos cuando pensamos" que no tenemos solución " que no podemos cambiar a estas alturas de la vida, que nuestras circunstancias nos marcan irremediablemente. La certeza de que nuestra situación ya es insalvable crea uun estado casi permanente de ansiedad y desesperanza.
Nuestra mala predisposición determina, con frecuencia, una realidad negativa.
Si ponemos toda nuestra energía en nuestra contra; si continuamente nos decimos lo insatisfechos que nos encontramos sin duda será difícil que nos sintamos bien.
El auténtico problema, lo constituyen los pensamientos desmoralizadores que continuamente nos decimos. Cuando todo parece que falla, lo normal es que estemos fallando nosotros no porque queramos sino porque nos estamos dejando confundir por unos pensamientos poco realistas que nos cierran cualquier vía de escape.
A veces, las mayores resistencias están provocadas por la "edad interna" : jóvenes que se sienten viejos o personas mayores que se consideran acabadas y piensan aquello de : ¿Cómo voy a poder cambiar a estas alturas de mi vida?.
No se trata de volvernos del revés, se trata de evolucionar y seguir creciendo.... Se trata de madurar.
El control de nuestros pensamientos nos posibilita el control de nuestras reacciones y en definitiva de nuestras conductas.
La persona es un proceso en permanente crecimiento, en continua superación y adaptación constante. Si olvidamos estos principios, estamos negando la esencia de nuestra realidad y con ello, las posibilidades de evolución, aprendizaje y enriquecimiento que cualquier vida conlleva.
La vida es un continuo aprendizaje.
De la misma forma que podemos cambiar determinadas actitudes y conductas, aunque nos parezca complicada, podemos dejar de ser excesivamente blandos y vulnerables, y conseguir que no nos afecte todo lo que nos sucede.
No es fácil que alguien vulnerable aprende a dejar de sufrir inutilmente, pero se puede conseguir aunque su cerebro se resista, y es lógico que lo haga pues ha estado almacenando pensamientos en su contra durante años.
Todo lo que se aprende, se puede desaprender, igual que nos hemos entrenado a pasarlo mal, podemos entrenarnos en ser más realistas y enfocar la vida de forma objetiva.
Cualquier persona puede "tratar" siempre de encontrarse lo mejor posible en cualquier situación, por supuesto que habrá circunstancias que lo hagan más sencillo o complicado, pero NUNCA IMPOSIBLE.
Cuando la persona se encuentra muy destructurada no deben abordarse todos los objetivos de forma simultánea, pues los resultados serían pobres y tardíos, y el desánimo y las ganas de abandonar se impondrían.
Racionalizar los miedos es un esfuerzo inútil que sólo consigue agotar a la persona que lo intenta y crearle un sentimiento de impotencia y desesperanza.
El miedo por definición es irracional, activa además una serie de mecanismos fisiológicos que contribuyen a que la persona se sienta aún más insegura y bloqueada. En el momento que se padece hace que se active y actue como un filtro que sólo deja pasar los pensamientos y las emociones negativas y pesimistas, deformando siempre nuestras percepciones e impidiendo que la persona racionalice la situación.
No hay que intentar racionalizar el miedo, hay que combatirlo!!!. Para ello, nuestros principales recursos girarán en torno al control de nuestros pensamientos, no a su racionalización; en esos momentos es más útil intentar "distraer" la mente que perseverar para que razone".
TRUCOS FISICOS
- Beber agua de forma pausada.
- Realizar algunos ejercicios físicos.
- Respiración diafragmática.
- Visualización.
- Relajación.
Pequeñas recaíidas permiten consolidar los avances, y a la larga, dan seguridad a la persona demostrándole que no hay razón para el miedo, ya que surjan los imprevistos que surjan,ella siempre puede volver a conseguir el control de la situación.
Una de las ideas erróneas que más arraigo ha alcanzado y que más equivocaciónes suscita, es pensar que los demás son los responsables de nuestra infelicidad.
Las personas de nuestro alrededor pueden favorecer o entorpecer nuestra búsqued de la felicidad, pero no nos engañemos: ni son los responsables de que lo consigamos ni los culpables de que no lo alcancemos .
¡ Es fácil echar la culpa a los demás! , no en vano es una costumbre muy arraigada y fomentada desde la más tierna infancia.
Maria Jesús Alava
" La Inutilidad del Sufrimiento".
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